La mejor manera que conocemos de preparar las zanahorias es al horno. Su dulzura se potencia, y la característica textura recia y dura se suaviza y se vuelve tierna. La perfección reside en conseguir que los bordes se caramelicen ligeramente, añadiendo capas de sabor que se superponen a los de las especias y el aceite de oliva. A priori no pensaríamos que este tubérculo tan humilde se va a convertir en un verdadero manjar, pero es así. Usaremos vapor para conseguir que las zanahorias queden tiernas, y temperaturas altas para que se doren. No te vayas muy lejos, que en un par de minutos te daremos la receta.
Puedes comer estas zanahorias solas, en ensalada o como guarnición. Nosotros hoy hemos hecho uno de nuestros platos combinados, en la línea del Buddha Bowl vegetariano que publicamos hace poco; podríamos llamarlo poke bowl, estilo hawaiano, por tener pescado, o nourish bowl… pero para no liarnos, ¿qué tal llamarlo plato combinado, solo que en vez de ensaladilla, huevo frito y lomo tiene ingredientes deliciosos y menos convencionales que nos van a sentar muy, muy bien?
Para este plato hemos guisado unas alubias caparrón o mandilín. Son unas alubias blancas con una especie de delantalito morado (por eso las llaman mandilín) que se cultivan en Burgos, en La Rioja, en León… las compramos a granel en el mercado (nos encanta elegir las legumbres de los sacos) y las guisamos un par de horas a fuego lento en una olla destapada con mucha agua y sal hasta que estuvieron en su punto. Como solo usamos unas poquitas para este plato, hemos guardado el resto para hacer una ensalada con pimientos y atún. Si no tienes tiempo de estar guisando alubias, lentejas o garbanzos, abre un frasco de las que vienen ya cocidas, enjuaga y escurre bien.
¿Y el resto? Un poco de quinoa o arroz integral al vapor… unas hojitas verdes de rúcula, espinaca o lechuga… unas rodajitas de pepino… y otras hortalizas como remolacha y pimiento rojo, cortadas en dados o en tiras y asadas con un pelín de aceite y sal en el horno al mismo tiempo que las zanahorias de esta receta, aunque seguramente tardarán menos en hacerse. Cuando las retires del horno, mete un par de filetes de salmón: apenas tardarán 5 a 7 minutos, en lo que emplatas todo lo demás. Sirve tibio con un aliño de limón, mostaza de Dijon, sal, pimienta y aceite de oliva virgen extra.
Y sin más introducción, aquí están: zanahorias asadas con todo su dulzor natural, especiadas y untuosas, que van a ser un auténtico éxito en tu mesa. Si te faltan especias de la lista puedes cambiarlas por otras, pero si no has probado el coriandro (la semilla del cilantro) molido para cocinar las zanahorias, te recomiendo que lo hagas. Es una especia suave que combina especialmente bien con ellas.
Zanahorias especiadas al horno
Ajusta las cantidades al número de raciones usando los botones:
Ingredientes
- 1 kg zanahorias peladas y cortadas en bastones gruesos
- 3 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita coriandro molido
- 1/2 cucharadita comino molido
- 1/2 cucharadita jengibre molido
- 1/4 cucharadita pimentón
- 1/2 cucharadita sal en escamas
Elaboración paso a paso
- Mezcla las especias y la sal con el aceite en una ensaladera.
- Añade los bastones de zanahoria y remueve bien para cubrirlos uniformemente con el aceite especiado.
- Colócalos en una bandeja de horno, en una sola capa y no muy apelotonadas; si hay espacio entre ellos se dorarán mejor.
- Pon la bandeja en el centro del horno y programa 30 minutos a 200 ºC con vapor 25 % (Bosch intensidad 1, AEG humedad baja). Sácalas desde que estén tiernas (pínchalas con un tenedor cuando lleven 20 o 25 minutos para ver).
Notas
Si te ha gustado esta receta, déjanos tu calificación y un comentario… nos encanta oír tu opinión y las variaciones que harías.
¡Síguenos en Facebook y en Instagram para no perderte ninguna de nuestras publicaciones!
4 comentarios en «Zanahorias especiadas al horno en plato combinado»
Si ya tenía ganas de hacer un Buda Bowl, ahora ya no hay excusa. ¡¡Zanahorias caramelizadas, venid a mí! Gracias, Horno de Vapor, por poner chuches en el plato principal. Así sí dan ganas de vida sana 😉
Jajajajajaja tú lo has dicho, son verdaderas chuches. ¡Las zanahorias caramelizadas, hay que estar con cien ojos para que no las roben de la bandeja antes de tiempo! Y lo mismo pasa con la coliflor al horno, es un verdadero vicio.
Mil gracias por tus comentarios y tus estrellitas, Terry. ¡Nos encanta que te gusten nuestras recetas!
yum!😋
¡Eso! ¡Ñam! 😀
Gracias, Juan 🙂