Los spaghetti de calabacín son uno de los inventos más útiles de los últimos tiempos, especialmente cuando se intenta seguir una alimentación baja en carbohidratos. Gracias a ellos, aunque la pasta de trigo no entre en tu dieta, no tienes porqué renunciar a un buen plato de pasta. Son mucho menos calóricos y están llenos de vitaminas, minerales y fibra. Por supuesto que el sabor es distinto, la textura también… pero eso no quiere decir que sea peor; simplemente, es diferente, y vale la pena probarlos. Si te animas a hacerlos, no los cocines al tuntún: sigue los truquillos que te ofrecemos para que el resultado sea el mejor y te encante cómo quedan.
Cómo espiralizar calabacín
Existen un montón de herramientas en el mercado para espiralizar los calabacines y obtener spaghetti o cintas de calabacín, desde los más pequeños tipos sacapuntas o mandolina hasta los eléctricos. Nosotros utilizamos un aparato manual Gefu que nos parece práctico y fácil de usar (en este artículo te explicamos por qué nos gusta). Pero en preparación para escribir este artículo hemos comprado dos espiralizadores de otras marcas, y compararemos los tres en un vídeo que se publicará muy pronto en nuestro canal de Youtube. Por lo pronto, aquí puedes ver el resultado de los tres espiralizadores:
Si no tienes espiralizador, puedes usar un pelapapas normal y corriente para sacar finas tiras del calabacín, que puedes usar como tallarines. Hay también espaguetis de calabacín ya cortados («Cala pasta») a la venta en Mercadona. Y en último caso, si tienes pulso y paciencia puedes cortar el calabacín en láminas de dos milímetros más o menos (mejor con mandolina) y luego, a cuchillo, cortar los espaguetis. Ten en cuenta que de este modo no te quedarán rizados, sino rectos.
Qué calabacines son mejores para hacer pasta
El mejor calabacín para hacer spaghetti de calabacín es el más compacto, con menos contenido en agua y con semillas pequeñas que apenas se notan. Si estas son grandes y visibles debes quitarlas, junto con el tejido suave que las rodea, antes de espiralizar. Por eso lo mejor es comprar calabacines de carne firme y lisa, sin semillas aparentes ni tejido blando. Nosotros solemos utilizar el calabacín verde oscuro tipo zucchini. No es necesario pelarlo: la piel es suave y le da una variación bonita de color a las espirales.
Cómo cocinar la pasta de calabacín
La mayor dificultad a la hora de cocinar calabacines espiralizados es asegurarse de que su alto contenido en agua —hasta un 95%— no se traduzca en unos espaguetis aguados durante la cocción. Hay varios modos diferentes de conseguir esto:
- La primera es consumirlos crudos, acompañados de la salsa que elijas. Es la opción más rápida, la que exige el menor esfuerzo, y la que mejor garantiza que los espaguetis están al dente y no sueltan agua. Especialmente apropiada para el verano, cuando se agradece que la comida no esté caliente, sino a temperatura ambiente.
- La segunda: saltearlos muy brevemente (1-3 minutos) en una sartén a fuego medio-alto con un poco de aceite de oliva durante el tiempo imprescindible para calentarlos, y en cualquier caso finalizando la cocción en cuanto empiezan a soltar agua. Si los haces así, añade la sal en el plato, justo antes de consumir.
- La tercera: colocarlos sobre una hoja de papel de cocina en la bandeja del horno, salar y hornear a 110 ºC, sin vapor, durante 10 minutos. El papel absorberá el líquido que puedan producir.
- La última opción es salar en crudo y dejar reposar en un colador al menos media hora (puedes dejarlo hasta varias horas si quieres) para que la pasta pierda el exceso de humedad. Saltear entonces en una sartén según las instrucciones del párrafo 2.
Una preparación que gana haciendo pocas raciones
Para obtener los mejores resultados, lo ideal es que haya pocos espaguetis en la sartén o en la fuente de horno, ya que queremos que se frían o se asen, en vez de guisarse, que es lo que tienden a hacer si están muy amontonados.
Si estás haciendo espaguetis para una sola ración, el método de la sartén suele ir muy bien. La cuestión es que se puedan calentar sin empezar a soltar líquido, y para eso es bueno que tengan espacio.
Si haces más raciones, entre dos y cuatro, te puede ir bien el horno, esparciendo bien sobre la bandeja o usando dos bandejas; o bien hacerlas en una sartén bien grande y tomar la precaución de espiralizar con tiempo, salando previamente y dejando reposar en el colador.
Sea como sea, verás que cuando le vayas cogiendo el tranquillo comprobarás que esta receta lo tiene todo: es sana, apetitosa y rapidísima. Anoche decidimos hacer la cena con los tallarines que habíamos espiralizado para el vídeo y que estaban aún crudos y en diez minutos tuvimos un plato exquisito en la mesa: aceite, ajo, jengibre rallado (siempre tenemos un trozo en el congelador, se ralla estupendamente congelado), unas gambas; cuando estuvieron hechas añadimos la pasta de calabacín, un toque picante con especias, un poco de salsa de ostras que había en la nevera, una vueltita en la sartén… ¡cosa buena!
Spaghetti de calabacín
Qué necesitas
- Espiralizador o pelapapas
Ajusta las cantidades al número de raciones usando los botones:
Ingredientes
- 1 calabacín mediano por persona
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra por persona
- Sal y pimienta
- Parmesano rallado (opcional)
Elaboración paso a paso
- Lava los calabacines y quítales el pedúnculo y la punta.
- Si vas a usar un pelapapas para hacer fetuccini, ve girando el calabacín a medida que quitas tiras hasta llegar a las semillas. Puedes guardar el corazón, ligeramente más blando y menos homogéneo, para otra preparación.
- Corta en dos o, si usas el espiralizador Gefu, corta en trozos de 7,5 cm de largo como máximo.
- Usa el espiralizador para hacer los spaghetti o el pelapapas para hacer los fetuccini.
- Sartén: saltea en una sartén espaciosa, con un poco de aceite de oliva, a fuego medio-alto durante 1-2 minutos, removiendo hasta que todos los spaghetti estén calientes. Sirve y salpimenta. Si haces más de dos raciones, puede ser preferible usar el método de salado previo descrito más arriba.
- Horno: coloca en una o dos bandejas (según cantidad) sobre papel de cocina, sala y hornea a 110 ºC con aire (turbo) y sin vapor durante 10 minutos.
- Sirve y rocía con aceite de oliva, sal, pimienta y parmesano rallado o con los condimentos o salsa que prefieras.
Video
2 comentarios en «Spaghetti de calabacín»
Pero que buena receta, la voy a hacer muy pronto. Yo suelo hacer con frecuencia la pasta con calabacines pero esta novedad me encanta. Más ligera, sana, menos calórica, rápida y sabrosa seguro aunque no la haya probado todavía.
Muchas gracias!!!
¡Uy, ya verás que te van a encantar! Son un descubrimiento. También los puedes hacer con zanahoria, llevan más tiempo de cocción y no tienen el problema de soltar agua como los otros; o con calabaza, o remolacha, pero a nosotros nos parece que los de calabacín son los más fáciles de hacer y los que mejor sustituyen a la pasta. Se hacen en dos patadas y combinan de maravilla con todas las salsas que le hemos puesto.
Un beso, Maruca, y happy cooking x