Esta es la receta de la madre de mi amiga Elizabeth. Mi amiga vive en el sur de Inglaterra, en el condado de Devon, y su madre en el norte, en el Lake District, pero eso no es obstáculo para que la madre le haga llegar regularmente a su hija las latas de bizcocho de jengibre, desde hace décadas. Esas rutas de las recetas caseras dicen mucho de los lazos que unen a la gente: recuerdo cómo de pequeños preparábamos latas de rosquillas para mandarle a mi tío, cuando hacía la mili en África.
Elizabeth y yo nos conocimos hace más de veinte años a través de nuestros maridos, que trabajaban juntos en un hospital de Plymouth. Además de su trabajo, Liz tenía un niño pequeño, un menudo pelirrojo y vivaz que acababa de aprender a caminar y no le daba descanso. Por eso, cuando Liz lo acostaba a dormir la siesta y nos sentábamos en su salón, o en la tranquilidad del jardín, a tomar una taza de té con un trozo del bizcocho que ella guardaba como oro en paño, era el momentazo del día. How very civilised, suspiraba Liz, y reconfortadas por el gingerbread y por el té procedíamos a ponernos al día y hablar de lo humano y lo divino, mientras Filippo nos diera tregua.
Hace poco David y yo pasamos unas vacaciones con Liz y Luigi en Inglaterra, y ella llevó un trozo del preciado bizcocho, que sigue haciendo regularmente la ruta norte-sur gracias a su madre. Le sigue quedando como siempre: oscuro, tierno, especiado, dulce sin ser empalagoso. Es una receta maravillosa que merece permanecer en el tiempo, y uno de los bizcochos más fáciles que existen.
Ingredientes del gingerbread o bizcocho de jengibre
Rara vez he compartido esta receta con la familia y amigos en España, porque consideraba que los ingredientes eran difíciles de conseguir. Pero por suerte, hoy en día el jengibre en polvo está en todos los supermercados, y estas semanas, experimentando con la receta, he comprobado que la mezcla de melaza negra (black treacle) y jarabe dorado (golden syrup) pueden sustituirse por miel y/o miel de palma, sin grandes variaciones en el sabor del bizcocho. En cuanto al mixed spice, se puede sustituir por las especias que más te gusten —yo sugiero canela, con algo nuez moscada, coriandro, cardamomo y/o clavo molido— o por un poco más de jengibre.
STICKY BLACK GINGERBREAD
Ajusta las cantidades al número de raciones usando los botones:
Ingredientes
- 170 gr harina simple
- 1 cucharadita jengibre en polvo (rasa o medio colmada según te guste suave o bastante especiado)
- 1 cucharadita mixed spice (puedes sustituir con una mezcla de canela, nuez moscada, clavo, coriandro)
- 1 cucharadita rasa bicarbonato (si no tienes, usa levadura química pero pon el doble de cantidad)
- 110 gr mantequilla
- 110 gr azúcar morena integral de caña
- 55 gr sirope dorado (golden syrup) o miel
- 55 gr melaza oscura (black treacle) (o miel de palma. Si no, miel)
- 120 gr leche tibia
- 1 huevo
Elaboración paso a paso
- Al principio de la receta puedes graduar si quieres hacer el bizcocho de un huevo, de dos o de más, haciendo clic en los botones x2, x3… El bizcocho de dos huevos, de todas maneras, es grande y cunde un montón, así que no me imagino a nadie haciendo uno de tres, a no ser que vayas a usar una bandeja de horno grande.
- Prepara un molde pequeño-mediano (20 cm de lado o diámetro) para un bizcocho de un huevo, o más grande (24 cm aprox) para un bizcocho de dos huevos. Engrasa o forra el fondo con papel de horno.
- Enciende el horno a 160 ºC, calor arriba y abajo.
- Tamiza la harina con las especias y el bicarbonato.170 gr harina simple1 cucharadita jengibre en polvo1 cucharadita mixed spice1 cucharadita rasa bicarbonato
- En un cazo grande, derrite la mantequilla junto con el azúcar, el jarabe y la melaza.110 gr mantequilla110 gr azúcar morena integral de caña55 gr sirope dorado (golden syrup) o miel55 gr melaza oscura (black treacle)
- Añade la mezcla de harina y la leche tibia y remueve con una cuchara de madera hasta mezclar. Añade el huevo batido y sigue mezclando hasta que esté homogéneo.120 gr leche tibia1 huevo
- Vierte en el molde y hornea hasta que se empiece a separar muy ligeramente de los lados del molde y un palillo insertado en el centro salga limpio (aproximadamente 35 min para un bizcocho de un huevo; 60 min para uno de dos huevos).
- Deja enfriar en el molde un rato, luego sácalo para que termine de enfriarse, tapado con un paño.
- Dura varios días en una lata o envuelto en papel de aluminio.
Notas
La clave del sabor no solo radica en las especias, sino también en los azúcares. A diferencia del azúcar blanca, que no sabe a casi nada, los azúcares morenos tienen sabor: en particular, esos azúcares más oscuros y húmedos, como la panela y el azúcar mascabado, tienen matices de regaliz y de anís procedentes de las melazas de caña que contienen.
Qué es el black treacle y cómo sustituirlo
El black treacle es una melaza oscura que se obtiene como subproducto al refinar el azúcar. Mucho más oscuro que su primo el sirope dorado, tiene un sabor más fuerte y un regusto amargo que le añade complejidad a los dulces y bizcochos. Otro producto parecido, que se obtiene de forma similar, son los molasses, más populares en América (el black treacle es sobre todo británico), si bien son más oscuros y menos dulces.
En las islas Canarias tenemos la miel de palma (comercialmente, savia de palma), obtenida a partir de la savia de la palmera o guarapo, que se cuece durante horas. Es más ligera y tiene un sabor más sutil que la melaza negra, pero la sustituye bien en esta receta, aportando sabor y color. Nosotros la usamos habitualmente para aliñar ensaladas, acompañar frangollo y queso asado y para marinar pollo o carne de cerdo, en platos tan exóticos como el char siu.
Si no tienes acceso al treacle, a los molasses ni a la miel de palma, puedes usar simplemente miel, pero en ese caso asegúrate de que el azúcar moreno que utilices en la receta es lo más sabroso posible (por ejemplo, panela, azúcar moreno integral de caña o azúcar mascabado). Si no sabes distinguir entre los diferentes azúcares morenos del supermercado, puedes llevarte por su aspecto: cuanto más húmedos y oscuros parezcan, más contenido en melaza tendrán, probablemente, y por tanto más sabor.
Qué es el golden syrup y cómo sustituirlo
El sirope dorado es una melaza clara. El industrial escocés Abram Lyle lo empezó a envasar en 1885 después de descubrir este subproducto del refinado del azúcar en su fábrica de Londres. En 2006, su golden syrup fue declarado el diseño de envase más antiguo del mundo, según el libro Guinness de los récords. La icónica lata verde y dorada ha sido rediseñada recientemente, pero mantiene los elementos que la hacen reconocible. A menudo se usa como sustituto vegano de la miel. También se considera especialmente útil en repostería al contener azúcares invertidos, que no cristalizan.
En España es más fácil de encontrar que el black treacle (en Canarias se encuentra en Hiperdino, por ejemplo). Se puede sustituir por miel o sirope de arce, aunque los sabores sean un poco diferentes: a los efectos de esta receta, eso no es problema.
Puedes. Hicimos la prueba, porque otros bizcochos especiados (el carrot cake por ejemplo) llevan aceite de girasol o similar y quedan muy bien.
A mí también, y creo que por eso la receta aconseja usar cuchara de madera: para mezclar vigorosamente y deshacer los grumos. Esta no es una masa delicada que requiera conservar el aire. En cualquier caso, si quedan grumos pequeños, no he detectado que se noten en el resultado final.
7 comentarios en «Sticky gingerbread (bizcocho de jengibre)»
Me ha encantado la historia de tu amiga y el puente aéreo con olor a jengibre.
Nunca he entendido el amor de los británicos por este ingrediente, pero con la inspiración de los intangibles que lo rodean y las indicaciones tan interesantes de la receta (qué asombro la cantidad de datos útiles de melazas y consistencias), va a valer la pena iniciarse en la repostería con jengibre con esta receta.
Recetas con cuento, como a ti te gustan ❤️
Estos días, haciendo bizcochos de jengibre y repartiendo a amigos y compañeros, he descubierto que el jengibre tiene muchos más fans que haters. A ver si te vamos a convertir…
Trajo mi mujer el bizcocho recién hecho, lo dejó sobre una mesa, exento, apetecible, lo probé y … me lo acabé. Una delicia que como puede intuirse me costó caro y no por una mala digestión precisamente.
Muy recomendable, con moderación.
¡Eso sí que es una buena historia! Yo dije que estaba rico, pero no me atrevía a jurar que era irresistible. Qué bien tener aquí tu testimonio 😁
Mil gracias por comentar.
Que gusto da leerte, echaba de menos estos posts🥰
La próxima guárdame un táper, cegucas.
No más de lo que se te echa de menos a ti.
Y entre botas y batas, seguro que algún rato te quedará para cocinar algo rico… así que habrá que seguir publicando para inspirarte.
😘😘😘